Estimados lectores, hoy inicio con algo diferente mi sencilla colaboración semanal:
¡Ay!, esas tierras de charanda y de mezcal / de Tata Cárdenas, Juan Colorado y Luis Barragán / de valientes y bravos / de hembras que saben amar / de Paracho es mi guitarra / de Zamora es mi gabán / ingrata yo te he buscado / por Zitácuaro, Janitzio / Nueva Italia y Tzintzuntzán / ya anduve por Cañada de Ramírez / Churintzio, La Sauceda y Apatzingán / oye a este enamorado que te fue a buscar / a Morelia, Michoacán.
Así es queridos amigos, nos dimos la vuelta este fin de semana a la bella Morelia, pero no en busca de una linda michoacana como dice la canción de Bulmaro Bermúdez, sino al XXXVII Aniversario de la Asociación de Charros Regionales de Valladolid en el Pabellón Don Vasco, el primer lienzo charro techado que hubo en la República Mexicana, ser testigo de la entrega de un merecido reconocimiento al Coordinador Nacional de Locutores Charros el Ing. Apolonio Ibarra Reséndiz y además a recibir mi certificación como locutor.
Morelia tiene un lugar muy importante en la historia del país, por los hechos históricos y personajes que nacieron o vivieron en ella, como José María Morelos y Pavón, Agustín de Iturbide, Josefa Ortiz de Domínguez, así como varios presidentes de México, poetas y compositores. También cuna de los principales conspiradores de Valladolid como fue José Mariano Michelena y José María García Obeso.
Morelia posee una rica vida cultural heredada en el tiempo. Gracias al patrimonio arquitectónico conservado desde la época colonial, el centro histórico de Morelia fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991.
La principal actividad económica de Morelia son los servicios, entre los que destacan los financieros, inmobiliarios y turísticos, seguidos por la industria de construcción, la industria manufacturera y en último término las actividades del sector primario. Como parte de su activa vida turística, la ciudad es sede de importantes festivales culturales anuales como los festivales internacionales de música, órgano, cine y gastronomía.
Mis estimados lectores, además de haber convivido con los buenos amigos de la Asociación de Charros Regionales de Valladolid y disfrutar de la anfitrionía cinco estrellas de aquella bonita gente, el haber recibido en compañía de los compañeros locutores Rigoberto López, Juan Antonio Ramírez, Fernando Avila, Miguel González la certificación correspondiente y tomar parte activa en la locución de las charreadas programadas para tal evento, ahora estamos en la siguiente etapa que es la mejora continua, y vaya que tendremos que trabajar intensamente para ello porque siempre habrá áreas de oportunidad para ello, recordemos que en este ambiente a unos nos falta conocimientos sobre Historia, Geografía, Historia de la Charrería, Música, colores de los caballos, movimientos con la soga, remates y otros temas que serían muchos para tratarlos en esta pequeña colaboración y sobre ello tendremos que trabajar; la certificación no es más que un documento que pone de manifiesto que una persona posee los niveles de competencia para ejercer correctamente y dar adecuadamente las prestaciones que se le suponen. En el campo de la Información y la Documentación, la certificación es el conjunto de pruebas que permiten la obtención de un certificado que da fe de la cualificación de un profesional en un momento dado de su carrera. La Certificación asegura a un profesional que posee determinados niveles de conocimiento y de habilidades que le permiten ejercer su profesión en las mejores condiciones posibles.
NO ES un diploma académico ni sustituye a ningún título. No es para aquellos que empiezan su vida profesional, sino para los que ya están trabajando. Por eso, sólo pueden ser candidatos aquellas personas que en la actualidad sean profesionales de la información y documentación y que tengan una experiencia de al menos dos años.
Al margen de consideraciones académicas, valora, sobre todo, el grado de adecuación a los requerimientos de la práctica profesional y sus perspectivas de desarrollo. Además, dota a la profesión de una herramienta de valoración de los niveles de competencia en el conjunto del sector y clarifica y ayuda en la definición de los perfiles de los candidatos a un puesto de trabajo, aportando por ello elementos de mayor transparencia y seguridad en el funcionamiento del mercado trabajo.
Seguiremos cometiendo errores de dicción, de conocimientos en algunos temas, pero la mejora continua será labor de cada uno de nosotros, el haber recibido una certificación no implica que ya estamos del otro lado, apenas comenzamos en esto, y seguiremos recibiendo las críticas de los oyentes pero es de humanos errar; ya lo dije en una colaboración anterior “obsesionarse por la perfección es como querer caminar sobre el agua o nadar en el desierto”.
Mis estimados lectores, en lo personal agradezco a las instancias que hicieron posible lo anterior: La Federación Mexicana de Charrería y la Coordinación Nacional de Locutores Charros el haber implementado lo anterior, porque para un servidor el haber recibido a los 65 años una certificación como Locutor es algo que valoro en todo lo que vale y mucho más, ser tomado en cuenta para formar parte del Cuerpo de Locutores en Torneos Charros de mucha importancia.
Hasta la próxima mis estimados amigos, un consejo a mis demás compañeros locutores, que a pesar de haber recibido su certificación como tales, mantengan los pies sobre la tierra y no presumir que “soy locutor certificado”, dejen de hacer publicaciones ofensivas, que su trabajo hable por ustedes, demostrando con ello su educación, buena cuna y bonhomía, que el Supremo Caporal los llene de bendiciones y que estas fiestas de Fin de Año, traigan para ustedes y sus familias Amor, Paz y Prosperidad.