- Sede mágica el Hipódromo de Las Américas de la Ciudad de México
- Magníficas actuaciones de chicos y grandes en el Óvalo de Sotelo
La decimoctava edición del Clásico “Día del Charro”, celebrado el pasado sábado en el Hipódromo de las Américas de la Ciudad de México, constituyó un éxito rotundo en cuanto a la participación de integrantes de la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), encabezados por el presidente de este organismo, ingeniero Leonardo Dávila Salinas.
El conocido «Óvalo de Sotelo», corazón hípico del país, vistió sus mejores galas para recibir a los miembros del único deporte nacional mexicano en la tradicional jornada dedicada casi por completo a las populares actividades ecuestres.
A mediodía del sábado, el presidente de la FMCH sostuvo una reunión con el ingeniero José Manuel Alavez González, presidente de la Asociación para el Desarrollo y Fomento de la Hípica y Canófila Mexicana A.C., así como miembros de la prensa especializada en el deporte de la Charrería, con quienes se intercambiaron puntos de vista respecto a las condiciones actuales en que se encuentra el campo mexicano.
Dentro de esta misma reunión se fomentó la búsqueda de una agenda común y acciones conjuntas que permitan que la charrería pueda contribuir al mejoramiento de la situación agroganadera del país, así como de la población rural.
La participación del contingente charro comenzó con el desfile de la escolta charra y los estandartes, seguidos por el ingeniero Leonardo Dávila y consejeros de este organismo, además de damas y caballeros de varias agrupaciones tanto de la Ciudad de México como de otras entidades del país.
El primer compromiso de la jornada fue conformado por calas de caballos categoría varonil, con un total de ocho participantes, y de los cuales el ganador fue Adrián Ávila de Villa del Carbón, Estado de México.
A continuación, tuvo lugar una emocionante carrera parejera de amazonas con cuatro competidoras, que se llevó por escaso margen Bárbara Romero de San Mateo Nopala. Inmediatamente después se verificó la carrera de caballos chaparros, ganada por el niño Eduardo Gómez.
Una de las competencias que mayor emoción generó a la concurrencia fue la carrera del Gallo Enterrado, en la cual hubo necesidad de correr hasta tres oportunidades para decretar como triunfador a Julio César González de Real de Cuautitlán Izcalli.
Las damas demostraron sus actitudes como amazonas en la carrera de barriles con albarda mexicana, girando con pericia y valor la pista del «Gigante de Sotelo», siendo la más airosa Jimena Cabello de Chalco, Estado de México.
Paralelamente a las acciones charras se celebraron carreras de caballos oficiales, y dentro de los diez compromisos programados para la jornada del sábado, tres de ellos fueron Premios en honor a SGM María I, Reina Nacional de la FMCH; a la UNESCO, como simbólico agradecimiento por la inscripción del deporte mexicano en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y otra más a la Federación Mexicana de Charrería.
La casa rectora del deporte nacional mexicano entregó dos reconocimientos en cada premio, uno al jinete y otro para la cuadra de la cabalgadura triunfadora, siendo los ganadores “Jicamon” y su jockey M. González en la cuarta carrera del día, Premio SGM María I.
En el quinto compromiso del programa, el Premio UNESCO, el caballo campeón fue “Knockeando” y su jinete L. M. Jiménez, y en el Premio Federación Mexicana de Charrería ganó “Alex Dreams” con el jockey J. Matias B.
Todos los reconocimientos fueron entregados por el presidente de la FMCH, ingeniero Leonardo Dávila, acompañado por la soberana de la charrería, SGM María I, además del Coordinador Nacional de Charros Mayores, Carlos Malo Lozano; el doctor Juan Luis Gómez Jardón, integrante de la Comisión Jurídica de este organismo; el doctor José Guadalupe Uribe Curiel, coordinador nacional de Locutores, así como los presidentes de las uniones estatales de la Ciudad de México, Fernando Pascual Islas, y del Estado de México, Juan Antonio Alemán López.
Continuando con el bloque de actividades charras, se celebró la carrera de ponis donde triunfó Aurora Naveja, y los aficionados disfrutaron la emocionante carrera de Machetes, en la cual el vencedor fue Santiago Jiménez.
Quienes se robaron el corazón de todos los presentes fueron las pequeñitas de las cuatro escaramuzas infantiles con caballitos de palos, conjuntos que actuaron simultáneamente en los ruedos marcados en la pista del hipódromo.
Fue tal el éxito de sus rutinas que todas las escaramuzas fueron declaradas ganadoras, siendo ellas la infantil Korimi, del Estado de México; Florecitas de San Francisco, de Hidalgo; desde Morelos las niñas de la escaramuza Luis Campos Herrera, y las Perlitas Mexiquenses, de igual forma del Estado de México.
Diez jóvenes demostraron su destreza con la lechuguilla en el concurso de Floreo de Reata, donde los jueces declararon ganador al morelense José Francisco García Campos.
Luego se verificó el concurso de atuendos, en el cual recibieron reconocimientos María Elena Alfaro López en la categoría del traje de Adelita; Mayra Valdivia, con el de Dama Charra, y Andrea Becerril con un soberbio atuendo de China Poblana.
En la rama varonil, José Luis Samperio resultó airoso en la categoría de Faena; Roberto Ruiz en la de Media Gala y Roberto Gamboa hizo lo propio en el de Gala.
Antes de la ceremonia de premiación del último bloque de actividades charras, ejecutaron el baile del Jarabe Tapatío dos parejas, una conformada por Andrea Becerril, reina de la asociación de charros General Manuel Ávila Camacho de Naucalpan, y José Miguel Macías, y la otra pareja con Fermín y Claudia Becerril, floreando una reata el caballero al mismo tiempo del tradicional baile.
Para concluir, el cerrojazo final fue otra vistoso baile del Jarabe Tapatío por parte de la soberana de la Charrería, SGM María I, haciendo pareja con su hermano Carlos Malo Veliz, brindando una colorida actuación que fue del agrado de los asistentes a una edición más del Clásico Día del Charro.