- Veinte años después, un escuadrón hidalguense se corona en Morelia
- Subcampeón Rancho Nuevo de Tepatitlán y en tercero Rancho El Diamante
- Gran algarabía en el Pabellón Don Vasco de Morelia
Han concluido las acciones de la categoría “AA” varonil dentro el LXXV Congreso y Campeonato Nacional Charro Michoacán 2019, y en una espectacular final de pronóstico reservado, El Trébol 3G de Tetepango se coronó campeón nacional con 265 puntos.
Llenazo impresionante se vivió la tarde de este domingo en el Pabellón Don Vasco de Morelia, con entusiasta público congresista que se dio cita desde temprana hora para disfrutar la charreada definitiva de la división de plata, y que inmediatamente tomó partido por su escuadrón favorito.
Veinte años después de la hazaña lograda por los Charros de Huichapan en este mismo escenario (campeones nacionales en 1999), un escuadrón hidalguense consiguió alcanzar la más alta gloria por equipos en el deporte mexicano: en un parejo compromiso, el triunfo le correspondió a El Trébol 3G, que ganó la final con 265 unidades, alcanzando con ello el elevado título de campeón ante la algarabía general.
No quedó atrás el esfuerzo que realizaron sus contendientes jaliscienses: Rancho Nuevo de Tepatitlán peleó por la corona hasta el paso de la muerte, pero concluyó en el segundo lugar nacional con 252 puntos, al tiempo que Rancho El Diamante, sin manganas a caballo y con 226 unidades, se quedó con la tercera posición.
La escaramuza Mexiquense, actual subcampeona nacional, se metió de lleno a la zona de clasificación a semifinales femeniles tras obtener 314.33 puntos, con una soberbia actuación que puso alegría y color a la final varonil “AA”.
Mabel, capitana de la escaramuza, y Karla Ortega Villegas fueron las encargadas de ejecutar las puntas, realizando una soberbia labor que les redituó 21 tantos, además de 304 de suma base y 42 adicionales, siendo sancionadas solamente con 52.66 infracciones.
Forman parte de la asociación El Centenario de Huehuetoca, en el Estado de México, instruidas por Juan Ortega Morales y Guillermo Limón; actuaron con el tema «El Toro», y sus integrantes son Juana Ortega Franco, Ximena Ortega Ortega, María del Carmen Sánchez Sermeño, Paloma Sarahí Pérez Juárez, Ariadne Sahian Zúñiga Pacheco y Ximena Sordo Andrade.
Con menor fortuna participaron las Bugambilias, damas que hicieron el largo viaje desde Mérida, Yucatán, donde militan con la agrupación Lienzo Charro Los Laureles, teniendo como instructora a Marion Limón Jiménez.
Las puntas fueron ejecutadas por la capitana, Kimberly Martín Álvarez, así como por Lourdes Acosta Castillo, cosechando 13 buenos; tuvieron 304 de suma base y los consabidos 42 adicionales, pero les penalizaron defectos de ejecución por 154.66 infracciones, terminando con 204.33 puntos.
Sus integrantes son Karely Bermejo Herrera, María José Aguilar Valdés, Addy Escamilla, Mayra Ramírez Rejón, Paloma Pérez Flores y Lina Rivero Maury.
La jornada dominical, antes de iniciar la final “AA”, sirvió como magno escenario para la premiación de los primeros lugares individuales de la referida categoría.
Se contó con la presencia del Gobernador de Michoacán, ingeniero Silvano Aureoles Conejo, quien acompañó al ingeniero Leonardo Dávila Salinas, presidente de la Federación Mexicana de Charrería, junto a su distinguida esposa, la señora Mini Blanco de Dávila.
Asistieron también SGM María I, reina nacional de la FMCH; el vicepresidente de este organismo, el licenciado Jorge Rojo García de Alba; el secretario de Tesorería y Finanzas, licenciado Lorenzo Vargas Soltero y la embajadora de la Cruz Roja en la entidad, Edna Díaz Acevedo.
Juntos reconocieron el gran esfuerzo que realizaron los campeones individuales en cada una de las suertes; se realizó la premiación a los tres primeros de cada faena, reconociéndolos con una hebilla conmemorativa y productos de los patrocinadores oficiales: moños charros, alimento para caballos, botines y sombreros de edición especial de la Federación; además se otorgó un estímulo económico.
Junto a todo esto se realizó un reconocimiento al michoacano Abel Cárdenas, destacado arrendador de caballos bailadores.
Originario de Carácuaro, Cárdenas se inició desde muy temprano en la doma de caballos; incluso, el mandatario estatal en su oportunidad mencionó que Don Abel Cárdenas domó su primer caballo a los siete años de edad.
“El amor que este hombre le tiene a los caballos lo lleva en el alma”, se refirió el Gobernador Silvano Aureoles al reconocer la trayectoria del señor Abel, un orgullo de la zona de la Tierra Caliente y de la entidad.
En el homenaje participaron miembros del Consejo Directivo Nacional de la Federación, encabezado por el ingeniero Leonardo Dávila, quien reconoció la trayectoria de Abel Cárdenas y mencionó que la charrería se encuentra hermanada con esta tradición michoacana de los caballos bailadores, por el amor al caballo.
Previo al homenaje se presentó un mosaico artístico y cultural de la entidad con una estampa folklórica con ballet y el momento cumbre cuando el propio mandatario estatal hizo gala de sus habilidades como jinete montando un caballo tordillo y haciéndolo bailar en la tarima al son de las notas de la popular canción michoacana «Juan Colorado».
Gran Final “AA”
El Trébol 3G de Hidalgo, ante la mirada de su patriarca, don Armando Pérez, se coronó campeón nacional de la categoría “AA” al ganar la final con 265 puntos. Jesús Acuña presentó la cala de caballo de 36 unidades, no hubo fortuna en piales y acumularon 72 tantos en el coleo, siendo 32 de Marcial Feregrino, 21 de Gibrán Pérez y 19 de Félix Chávez.
Carlos Flores acumuló 23 de muy buena monta de toro, y entre Raúl y Francisco Pérez completaron la suerte de la terna con sus lazos de 25 y 24 puntos.
Monta de yegua de Anselmo Pacheco para 14, y tenían la corona al alcance: una mangana a pie de Gibrán Pérez de 26 abrió la puerta a la victoria, y las dos a caballo acertadas por Raúl Pérez aseguraron el triunfo, a pesar de no completar el paso de la muerte.
Rancho Nuevo de Tepatitlán, Jalisco, huestes de don Arturo Esquivias Romero, terminó en el segundo lugar nacional de la “AA” con 252 puntos, producto de la cala de caballo de 40 puntos de Alfredo Franco, Ignacio Anaya cuajó un pial de 19 tantos y en colas hubo 80 acumulados, siendo 36 de Hugo Elizondo, 25 de Arturo Esquivias Vallejo y 19 de Alfredo Franco.
Ya en el ruedo, un torazo le ganó la partida a Jesús Meza, y en la terna solamente ganaron 23 del cabecero de Roberto Hernández al terminarse los siete minutos reglamentarios.
Fue Pedro Romo el encargado de completar la monta de yegua de 15, Roberto Hernández sacó la casta al cuajar sus tres manganas a pie, cobrando 11, 21 y 22 tantos más otro adicional del tiempo; Ignacio Anaya derribó otra a caballo de 22, y no pudieron completar el paso de la muerte.
La tercera posición fue para Rancho El Diamante de Jalisco, que inició con cala de caballo de 34 puntos de Alfredo Quezada, dos negativos en piales y 61 en el coleo, cobrando 30 de César León, 17 de Rubén y 14 más de Juan Rodarte.
Adán Chávez ganó 12 en el jineteo del toro, 26 del lazo cabecero de Bardo Díaz y 25 más del pial en el ruedo con que Jesús Estrada completó la terna en tiempo y forma.
Excelsa jineteada de yegua de 22 de José Najar, Jesús Estrada cumplió con dos manganas a pie de 22 cada una y otro del tiempo ahorrado, pero en el momento más necesario no hubo fortuna en las de a caballo, ni completaron el paso de la muerte, por lo que finalizaron con 226 puntos.
Una vez concluida esta charreada final se realizó la premiación de los tres finalistas con la presencia de las autoridades de la entidad y de la Federación Mexicana de Charrería. El gobernador Silvano Aureoles disfrutó de la final con un ambiente completamente festivo, con la gente del graderío apoyando al máximo a sus equipos favoritos y que llenó el Pabellón Don Vasco. Se reconocieron a los tres equipos que lograron llegar a la final: Rancho El Diamante que se quedó con el tercer sitio y que se hizo acreedor a 100 mil pesos de premio. Rancho Nuevo de Tepatitlán, siendo subcampeón logró embolsarse 200 mil pesos y El Trébol 3G que se hizo acreedor a 300 mil pesos, así como un soberbio trofeo de un águila real, entregado por la Federación Mexicana de Charrería.